En un fallo que conmocionó a la opinión pública, Nicolás Zepeda, el chileno acusado de la desaparición y muerte de la estudiante japonesa Narumi Kurosaki, fue declarado culpable por el jurado del Tribunal de lo Penal de Vesoul, Francia. El veredicto lo condena a 28 años de prisión, marcando un capítulo crucial en este caso que ha capturado la atención internacional.
Las últimas palabras de Zepeda y la solicitud de la Fiscalía
Inocencia Mantenida hasta el Final
En un ambiente de silencio catedralicio, Zepeda recibió la sentencia ante la mirada de un numeroso público. En sus últimas palabras, reiteró su inocencia con firmeza, proclamando: «No soy un asesino, no maté a Narumi (…), no sé de qué otra manera decirlo. Yo no la maté».
La Petición de la Fiscalía: Cadena Perpetua Buscada
Previamente, el fiscal general Etienne Manteaux había solicitado cadena perpetua para Zepeda. Manteaux destacó la falta de empatía del acusado hacia la familia de la víctima, subrayando que «su total falta de empatía hacia la familia Kurosaki» era evidente. El fiscal argumentó que Zepeda había optado por la negación y que no mostró arrepentimiento ni comprensión de sus acciones.
«En estas condiciones, exijo que sea declarado culpable y condenado a la pena máxima de cadena perpetua», enfatizó Manteaux.