Desarticulan red de tráfico de armas desde cárcel con ayuda policial

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El pasado viernes 14 de junio, se llevó a cabo un amplio operativo policial que resultó en la detención de 9 gendarmes activos y uno en retiro, junto a otros 6 civiles. Estas detenciones se realizaron en las regiones de Coquimbo, Metropolitana y O’Higgins, debido a su presunta participación en una red de tráfico de armas.

Red de tráfico de armas operaba desde el interior de la cárcel

De acuerdo con las investigaciones del Ministerio Público, este grupo delictivo funcionaba desde dentro de las cárceles con la ayuda de los mismos funcionarios policiales. Durante casi un año, se realizaron labores de investigación y se logró detener a civiles y gendarmes que aparentemente brindaban cobertura a los reos para que operaran desde prisión.

A los funcionarios policiales implicados se les imputan los delitos de tráfico de armas, lavado de activos, cohecho y asociación ilícita. Además, también se sospecha que podrían estar involucrados en el tráfico de drogas, ya que se realizaron incautaciones en el procedimiento policial.

Descubrimiento de venta de armas a través de redes sociales

El fiscal Regional Metropolitano Occidente, Marcos Pastén, explicó que la investigación se inició por sospechas de tráfico de armas y municiones desde las cárceles de Santiago. Durante el desarrollo de la investigación, se descubrió que estas armas y municiones se vendían a través de redes sociales.

Lo sorprendente fue cuando se descubrió que, en la cárcel de La Serena, se habían ingresado elementos prohibidos como celulares con la ayuda de funcionarios de Gendarmería. Esta revelación permitió descubrir la participación de 10 gendarmes en la banda delictiva. Durante los allanamientos a sus viviendas, se encontraron armas de fuego, dinero en efectivo, droga y celulares utilizados por los reos.

Modus operandi del grupo desde la cárcel

Según el fiscal, los internos en diferentes cárceles eran los encargados de realizar el tráfico de armas y municiones. Estos internos se ponían de acuerdo con los compradores a través de redes sociales y llamadas de celular. Posteriormente, los compradores cometían delitos en el exterior.

Para llevar a cabo estas operaciones, los reos contactaban a los funcionarios de Gendarmería que disponían de cuentas bancarias para recibir el dinero. Los gendarmes ingresaban o sacaban los elementos prohibidos que les solicitaban, principalmente celulares que los convictos utilizaban para mantener su negocio desde la cárcel.

El exfiscal nacional Sabas Chahuán, entrevistado en el programa «Mucho Gusto», afirmó que es muy probable la existencia de cohecho en estos casos. Comentó que se le debió haber pagado a algún o algunos gendarmes para que miraran para otro lado o colaboraran, especialmente en el momento de ingreso de elementos prohibidos a la cárcel, ya que estas incluso tienen control de rayos X.

Actualmente, hay 10 gendarmes detenidos, así como 6 reos y 4 civiles. Este martes serán presentados ante un tribunal para iniciar el control de detención.

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