Juan Carlos Gómez Becerra, un abogado chileno de 34 años, ha llamado la atención recientemente por su particular manera de trabajar. A diferencia de la mayoría de los abogados, Gómez se dedica a liberar a narcotraficantes de la prisión preventiva y se jacta de ello. Ha revelado en redes sociales casos en los que sus clientes han obtenido arresto domiciliario nocturno a cambio de pagar una suma considerable, como el caso de un acusado al que le encontraron 33 kilos de droga.
El perfil de Juan Carlos Gómez Becerra
Según su perfil de LinkedIn, Gómez es abogado de la Universidad Autónoma y ha obtenido un diplomado en la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Salamanca. Se describe a sí mismo como un «abogado litigante en juicios penales (defensor penal y abogado querellante)». Sin embargo, su perfil difiere del tradicional, ya que muestra en sus redes sociales lujos como trajes costosos, relojes de marca y productos exclusivos. También se le ha visto bebiendo alcohol, según informes.
El abogado en el listado de profesionales del derecho
Según Radio Bío-Bío, Gómez forma parte de un listado de abogados que no pueden ejercer cargos públicos debido a su trabajo como defensores privados de imputados por la Ley de Drogas. En un video publicado en Instagram, el abogado mencionó una visita a la cárcel de Valparaíso para ver a dos de sus representados, instando a confiar en él y en su trabajo. Con alrededor de 35 mil seguidores en redes sociales y cerca de 600 publicaciones, Gómez se ha hecho conocido en el ámbito jurídico chileno. Otro abogado conocido en ese listado es Helhue Sukni.
Conclusiones
Juan Carlos Gómez Becerra ha generado controversia debido a su enfoque peculiar de la defensa legal. Su dedicación a liberar a narcotraficantes de la prisión preventiva y su ostentación en redes sociales han llamado la atención. Aunque cuenta con seguidores y seguidoras en redes sociales, se encuentra en un listado de abogados que no pueden ejercer cargos públicos por su trabajo como defensores privados de imputados por Ley de Drogas. Esta situación ha puesto en debate ético y moral la forma en que Gómez lleva a cabo su labor como abogado.
