El proceso electoral en Chile ha sido reconocido por su transparencia y confiabilidad. Sin embargo, en la actualidad nos enfrentamos a una situación diferente, donde la izquierda está tratando de influir en el padrón electoral a través de artimañas no democráticas. Se ha propuesto la restitución del voto voluntario y se ha dejado sin sanción a los extranjeros que no voten. Estas medidas son impresentables y vergonzosas, ya que se discuten meses antes de una elección importante. La izquierda sabe que estas acciones le perjudican y está intentando cambiar las reglas del juego de la democracia para obtener ventaja electoral.
La estrategia de la izquierda
La izquierda ha demostrado su preocupación por el voto voluntario y el voto de los extranjeros. Según una encuesta de la UDD, los votantes obligados y los extranjeros tienden a preferir a candidatos de oposición, lo cual es una amenaza para el gobierno actual. La izquierda busca cambiar el régimen electoral y el padrón electoral para evitar una derrota en las próximas elecciones. En comunas importantes como Santiago e Independencia, donde los extranjeros representan el 30% del padrón, perder podría significar perder la elección en su totalidad. Por lo tanto, esta manipulación de las reglas electorales tiene un claro interés electoral, lo cual es inaceptable.
El derecho a voto de los extranjeros
Si bien podemos debatir sobre el derecho a voto de los extranjeros, este debate debería llevarse a cabo después del ciclo electoral. Chile es uno de los países más permisivos en cuanto al voto de los extranjeros, permitiendo que aquellos con residencia definitiva y más de cinco años de estadía puedan participar en las elecciones. Actualmente, el 5% del padrón electoral está compuesto por extranjeros, en gran medida debido al aumento de la migración venezolana. En elecciones cerradas, los votos de los extranjeros pueden definir el resultado, por lo que su participación es crucial.
La esperanza de evitar manipulaciones
La única esperanza para evitar que la izquierda logre sus objetivos es que el gobierno incorpore multas por no votar tanto para nacionales como para extranjeros en el veto presidencial. De lo contrario, tendremos que confiar en el Tribunal Constitucional. Sin embargo, el daño ya está hecho y esto sentará un precedente peligroso, permitiendo que cualquier gobierno modifique las reglas de la democracia según su conveniencia.