Por primera vez en los 34 años de democracia en Chile, un gobierno está cambiando las reglas electorales a solo días de que cierre la inscripción de candidatos y a tres meses de las elecciones locales. Todo comenzó con una discusión inocente sobre la elección en dos días, pero lo que vino después fue totalmente inaceptable.
El cambio en las reglas electorales
El Servel sugirió la posibilidad de añadir un día extra para evitar aglomeraciones, ya que la obligatoriedad del sufragio aumentaría el número de electores. Sin embargo, la Cámara de Diputados despachó el proyecto de ley irresponsablemente sin incluir sanciones por no votar. Por suerte, el Senado revirtió la decisión y restituyó las sanciones, aunque rebajó la multa original.
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El voto de extranjeros
Luego, el gobierno intentó realizar un cambio de último minuto en el voto de los extranjeros, haciéndolo voluntario. Esto generó confusión, ya que durante el proceso constitucional quedó claro que el voto obligatorio se aplicaría tanto a chilenos como a extranjeros con domicilio electoral en Chile. Por suerte, no se concretó ningún cambio.
El veto del Presidente
El Presidente Boric firmó un veto que inicialmente volvía voluntario el voto para personas mayores de 70 años y mujeres gestantes. Sin embargo, este veto fue corregido posteriormente. El gol de media cancha vino cuando se decidió rebajar la multa por no votar a la cifra de 33 mil pesos. Este cambio nunca fue debatido y sorprendió a todos.
Conclusiones
Más allá del posible impacto en la participación electoral, queda claro que el gobierno de Boric será recordado por intentar cambiar las reglas electorales de forma inaceptable en un año electoral. Se metió la mano a las instituciones, al padrón electoral y a las reglas de votación. Este episodio ha generado una gran controversia y será clave ver cómo afecta el voto y la confianza en el sistema electoral en las próximas elecciones.
