Traffico ilícito de migrantes: La triste realidad de ciudadanos chinos en Chile

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Cinco ciudadanos chinos presentaron una querella en Chile por el delito de tráfico ilícito de migrantes agravado. Estos ciudadanos fueron engañados y traídos irregularmente al país por organizaciones criminales que se aprovecharon de su necesidad e ignorancia. Todos ellos llegaron a Chile con la esperanza de encontrar un mejor futuro, pero terminaron ingresando ilegalmente desde Bolivia, atravesando a pie el desierto.

¿Cómo fueron engañados los ciudadanos chinos?

Según Fernando Suau García, abogado de los afectados, los ciudadanos chinos fueron engañados por organizaciones criminales que les prometieron documentación y visa a cambio de millonarios pagos. Estas organizaciones se aprovecharon de la necesidad e ignorancia de los afectados para traerlos irregularmente a Chile.

La frustrada búsqueda de un mejor futuro

El primer caso involucra a un hombre y su padrastro, quienes administraban un mall chino en África. Un compatriota les comentó que en Chile había grandes expectativas económicas, por lo que decidieron viajar al país. Después de una extensa escala, llegaron a Perú y, por tierra, ingresaron a Bolivia. Pensaban que su entrada a Chile sería legal, ya que habían pagado por pasajes, documentación y supuesto visado. Sin embargo, en la frontera boliviana con Iquique, les dijeron que cruzaran a pie, arriesgando sus vidas en pleno desierto.

El tercer chino afectado conoció a «Jerry» en su país natal, quien le recomendó irse al extranjero para trabajar y ganar más dinero. «Jerry» le confirmó que podía viajar a Chile y conseguirle un empleo bien remunerado. Aceptó la idea y pagó 8.000 dólares por las gestiones. Llegó a Bolivia, donde fue recibido por el «viejo Wang» y posteriormente ingresó ilegalmente a Chile. Sin embargo, nunca recibió la llamada de «Jerry».

El último caso involucra a dos comerciantes chinos que también fueron engañados por «Jerry». Les ofreció un sueldo alto, pero cuando llegaron a Bolivia, el «viejo Wang» les comunicó que el sueldo sería mucho menor. Aceptaron la oferta y fueron llevados a Chile, ingresando ilegalmente. Actualmente trabajan como bodegueros en Santiago.

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