Luis Núñez Díaz, un padre de Copiapó, región de Atacama, está luchando legalmente por obtener la custodia compartida de su hijo. En busca de revertir la supuesta desigualdad que enfrenta como hombre, ha decidido solicitar legalmente el cambio de su género.
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Solicitud de cambio de género para obtener la custodia
Según informa el Diario El Día, Luis Núñez acudió al Registro Civil para una audiencia especial relacionada con su solicitud de cambio de género, basándose en la Ley de Identidad de Género. Este caso inédito en el ámbito jurídico de Chile podría sentar un precedente en los casos de custodia de menores de edad.
Cumplimiento de los requisitos para el cambio de género
El padre asegura haber cumplido con los requisitos necesarios para que su cambio de género sea aprobado en un plazo de entre 45 a 60 días hábiles. En caso de que su solicitud sea aceptada, pasará a ser reconocido legalmente como una mujer.
Buscar igualdad y asesoría jurídica
Luis Núñez relata que, después de buscar ayuda y orientación en distintas instituciones sin obtener resultados positivos, decidió evaluar la posibilidad de cambiar de género para poder ser escuchado y tener acceso a la asesoría jurídica que necesita. Sin embargo, también teme que la justicia no esté preparada para abordar su caso con su nueva identidad y espera que sea acogida favorablemente para obtener la tan anhelada custodia compartida en igualdad y justicia.
Desesperación extrema y acto de amor
La abogada Claudia Casanga, representante del Centro de Defensa de Padres y Hombres de Coquimbo, considera que Luis Núñez ha llegado a un punto extremo debido a la discriminación que siente en todos los procesos judiciales por la custodia de su hijo.
Ella opina que su acción es un acto de amor tremendo y destaca la necesidad de contar con políticas públicas y apoyo para hombres y padres que enfrentan situaciones similares. Considera que el cambio de género de Luis debe ser respetado conforme a la Ley de Identidad de Género, pero también señala la importancia de evitar estos casos extremos y mejorar las políticas públicas para promover la coparentalidad y reconocer que la violencia no distingue género.
