En un fallo histórico, el Vigesimosexto Juzgado Civil de Santiago ha condenado a la Universidad de Chile a pagar una indemnización de $1.239.101.365 a los padres de una alumna de séptimo básico que quedó parapléjica durante una actividad escolar. La niña sufrió una paraplejia traumática al caer al vacío en un taller circense realizado en el Liceo Experimental Manuel de Salas en septiembre de 2017.
La falta de control de la Universidad de Chile
El juez Ricardo Cortés Cortés ha acogido parcialmente la demanda contra la casa de estudios, argumentando que la Universidad no ejerció la vigilancia necesaria sobre las acciones de la profesora a cargo del taller. Esta falta de control es la principal razón que fundamenta la condena.
La negligencia de la profesora
Según lo detallado en el fallo, las testigos afirman que la profesora no tenía conocimiento adecuado de los ejercicios que se estaban realizando en el taller, pero aún así autorizó a la alumna a intentar ejecutarlos. Incluso, fue la profesora quien instruyó el retiro de la colchoneta de seguridad en el segundo intento de ejecución de la pirueta, lo que aumentó significativamente el riesgo de accidente.
Falta de seguridad y clases improvisadas
Además de la negligencia de la profesora, el fallo también destaca la falta de elementos de seguridad en el taller. Había escasos colchonetones y no se contaba con arneses de seguridad para los alumnos, a pesar de que los profesores sí disponían de ellos. Asimismo, las testigos alegaron que las clases del taller eran improvisadas y se carecía de una planificación previa por parte de la profesora. Además, los padres no fueron informados sobre el cambio de profesora ni conocían los protocolos aplicados en la clase extraprogramática.
Consecuencia de la falta de seguridad
Como resultado de la falta de seguridad y las acciones negligentes de la profesora, la alumna quedó parapléjica, sufriendo un daño de por vida. Esta lamentable situación ha llevado a que la Universidad de Chile sea condenada a pagar una millonaria indemnización a los padres, como una forma de reparar el daño emergente y moral ocasionado.
