Recientemente, el panorama geopolítico entre Rusia y algunos países de Europa parece tensarse aún más después de un anuncio alarmante hecho por la televisión rusa acerca de posibles ataques con misiles a importantes ciudades europeas.
Advertencia de ataques por parte de Rusia
El canal estatal ruso Rossiya 1 emitió un mensaje en el que detallaba la posibilidad de ataques con misiles a ciudades clave de Europa, en especial, destacó a «Gran Bretaña» como un objetivo específico. Esta amenaza surge tras la aprobación de una nueva doctrina nuclear por parte del presidente Vladímir Putin, situación que ha intensificado el ya existente conflicto con Ucrania.
El documento firmado por Putin establece que cualquier agresión contra Rusia, respaldada por una potencia nuclear, será vista como un ataque conjunto. Por lo tanto, una respuesta legítima sería a través del uso de armas nucleares.
Consecuencias de la ayuda estadounidense a Ucrania
El incremento de la tensión también se ha visto afectado por la reciente ayuda militar de Estados Unidos a Ucrania. El permiso del presidente Joe Biden para que Ucrania utilice misiles de largo alcance ha generado descontento y frustración entre los líderes de Rusia. La situación se agrava con la posibilidad de ataques a Europa, que incluirían capitales como Berlín, París y Varsovia.
La presentación de estos posibles escenarios bélicos en la televisión rusa incluía un análisis detallado de cómo un ataque podría afectar a Europa, poniendo en relieve la estratégica ubicación de Kaliningrado para el despliegue de misiles que amenazarían a toda la región.
Impacto y declaraciones sobre un posible ataque a Gran Bretaña
En un segmento distinto, se mostró un mapa con los objetivos potenciales en Gran Bretaña, identificado como ‘el enemigo tradicional’ de Rusia. El diputado Yevgeny Popov fue tajante al decir que «Tres misiles serían suficientes para colapsar esta civilización». Estas declaraciones no hacen más que elevar el tono del conflicto.
Dmitri Peskov, el portavoz del Kremlin, destacó que la presencia militar estadounidense en naciones consideradas hostiles hacia Rusia convierte a las capitales europeas en blancos potenciales, advirtiendo que cualquier confrontación desestabilizaría aún más al continente.