Infección por Tatuaje en Turquía: Casi Amputan Pie de Turista

Por Sergio Mendoza 1 Vista
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Una experiencia vacacional acabó convirtiéndose en una pesadilla para Kirsty Griffiths, quien tras hacerse un tatuaje en Turquía sufrió una grave infección que casi termina en la amputación de su pie.

Infección Severa por el Tatuaje

Durante sus vacaciones en Turquía, Kirsty Griffiths decidió tatuarse unas flores en el tobillo. Sin embargo, lo que parecía ser un simple recuerdo del viaje se transformó en una amenaza para su salud.

«La aguja se introdujo demasiado profundo, lo cual, según me explicó más tarde el médico, generó la infección», mencionó Griffiths al Daily Mail. Durante la sesión, comenzó a sentir un malestar extremo: «Comencé a marearme terriblemente y noté que no me sentía bien», explicó.

El tatuador aseguró que se debía a un bajo nivel de azúcar en sangre, pero lo cierto es que la condición de Kirsty empeoró rápidamente. «A las 48 horas, mi tobillo estaba totalmente enrojecido y parecía como si tuviera ampollas», contó angustiada.

Peligro de Amputación

El regreso a casa fue sólo el inicio de su calvario. Aterrizó en Reino Unido y fue directamente al hospital, donde le diagnosticaron celulitis extendida a su estómago y vesícula biliar, con riesgo de desarrollar sepsis mortal.

En el hospital, la posibilidad de amputar su pie se volvió alarmantemente real. «Dos cirujanos visitaron y uno comentó que podría ser necesario amputar si la condición no mejoraba», señaló Griffiths. Tras varios días de tratamientos intensos y dolor insoportable, lograron estabilizar su estado. «Los antibióticos finalmente surtieron efecto y pudieron salvar mi pie”, confesó aliviada.

Recuperación Dolorosa y Consejos

A pesar de haber evitado la amputación, la recuperación ha sido lenta y dolorosa. Kirsty aún camina con dificultad y necesita medicamentos constantes para manejar el dolor. «No puedo dormir bien. El dolor sigue siendo insoportable», explicó. Además, el tatuaje que esperaba fuera un bello recuerdo ahora es una «costra negra y dolorosa que aún me pica», lamentó.

Griffiths pagó alrededor de 160,000 pesos chilenos por el tatuaje y, tras su aterradora experiencia, ofrece un consejo a quienes consideran tatuarse en el extranjero: «Investiguen bien y elijan con cuidado al profesional», recomendó.

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