La reciente aprobación de la Ley de Cumplimiento Tributario, conocida como la Ley Antievasión, ha instaurado nuevas obligaciones para los contribuyentes y los bancos en Chile, con el fin de mejorar la recaudación de impuestos y evitar la evasión fiscal.
Impacto de la Ley de Cumplimiento Tributario
Según Aurora Sepúlveda, experta en Negocios y Finanzas, la Ley de Cumplimiento Tributario busca ajustar las reglas del juego para los contribuyentes en el país. Este nuevo marco legal implica un cambio significativo en cómo se manejan las transacciones bancarias que superan ciertos umbrales. Los bancos ahora deben reportar al Servicio de Impuestos Internos (SII) cuando detecten que una persona ha recibido más de 50 transacciones de diferentes RUT en un mes o más de 100 transferencias de diferentes RUT en un semestre a una misma cuenta.
«Es una iniciativa que busca prevenir la informalidad y la evasión de impuestos mediante la mejora de la fiscalización y la transparencia,» explicó Sepúlveda. Además, detalló que, entre las medidas implementadas, se incluyen el ajuste del secreto bancario, la incorporación del denunciante anónimo y recompensas por proporcionar información sobre evasiones fiscales.
¿A quiénes afecta esta nueva legislación?
Sepúlveda enfatizó que la normativa impacta a todos los contribuyentes, incluyendo personas naturales, emprendimientos y empresas. «Las empresas estarán bajo una vigilancia constante, no solo cuando haya discrepancias evidentes,» señaló la contadora. Las personas que realizan trabajos informales o venden productos sin formalizar también se verán afectadas, pues los bancos estarán obligados a notificar al SII si las transacciones cumplen con los criterios establecidos por la ley.
Consecuencias de la nueva fiscalidad
Con esta ley, se espera un incremento en la recaudación fiscal y una reducción de la economía informal. «La norma no es nueva en su esencia, pero ahora se ha hecho más estricta para asegurar que todos contribuyan equitativamente al financiamiento del Estado,» concluye Sepúlveda. Esta reforma tributaria pretende ser un paso firme hacia una equidad fiscal mayor y una competencia leal entre empresas y trabajadores.