En un evento que podría haber terminado en tragedia, un piloto realizó una maniobra crítica que resultó en el aterrizaje seguro de una avioneta con siete pasajeros a bordo. El incidente ocurrió durante un vuelo programado desde el aeropuerto de Punta Arenas hasta Porvenir, en la región de Magallanes.
Los detalles de la maniobra del piloto
El pasado miércoles, el piloto de la aeronave enfrentó un problema crítico con el tren de aterrizaje del avión tipo Cessna, lo que desencadenó una serie de acciones rápidas y calculadas para garantizar la seguridad de todos los ocupantes. Según informes, el tren de aterrizaje no se desplegaba correctamente.
Ante esta complicación, el piloto decidió regresar al aeropuerto de Punta Arenas. Durante este retorno, llevó a cabo una maniobra particular; sobrevoló la zona próxima al aeropuerto para consumir la mayor cantidad posible de combustible. Este acto no solo fue crucial, sino que también demostró su experiencia y pericia, ya que al reducir el combustible, disminuía significativamente el riesgo de un incendio o explosión en el momento del aterrizaje.
Después de más de una hora de vuelo bajo estas circunstancias, el piloto logró aterrizar la aeronave de manera exitosa. A pesar de la difícil situación, su habilidad para manejar la avioneta a baja velocidad permitió que tocara la pista sin causar daños mayores.
El apoyo de las unidades de emergencia
Inmediatamente después del aterrizaje, las unidades de emergencia del aeropuerto de Punta Arenas respondieron con prontitud, acercándose al lugar para asistir a los ocupantes. Desde el primer momento, se confirmó que tanto los pasajeros como el piloto se encontraban en buen estado de salud, sin lesiones que lamentar.
Uno de los pasajeros, Rodrigo Henríquez, proporcionó su testimonio sobre el evento. «El piloto nos informó sobre la situación apenas 15 minutos después del despegue, aunque nos aseguró que controlaba la situación y que el aterrizaje de emergencia llevaría cerca de una hora y media», explicó Henríquez. Esta comunicación transparente fue clave para mantener la calma entre los pasajeros.
Henríquez, quien viaja frecuentemente a Porvenir, destacó la calma y eficiencia del piloto durante el incidente, describiéndolo como alguien con ‘nervios de acero’. Su habilidad no solo evitó un desenlace fatal, sino que también aseguró que todos los pasajeros emergieran ilesos y en calma del potencialmente peligroso incidente.