En una emocionante jornada, Universidad de Chile se impuso 1-0 frente a Ñublense, asegurándose el título de la Copa Chile y terminando con una larga sequía sin trofeos. Esta victoria representa no solo una revancha para los azules, sino también la esperanza renovada tras años de desafíos.
Un Camino hacia la Redención
Después de un desafortunado segundo lugar en el Campeonato Nacional, Universidad de Chile llegó a la final de la Copa Chile con el objetivo de conquistar un título que se les había negado en los últimos siete años. El equipo se presentó motivado y listo para cambiar su historia, mostrando una mejoría significativa comparada con las temporadas anteriores, donde luchó para evitar los últimos puestos. Esta final no era solo un juego, sino la posibilidad de cerrar con broche de oro una de las mejores campañas recientes del equipo.
Duelo en la Cima
Ñublense no se presentó como un adversario fácil. Venían de vencer a Magallanes, triunfo que les aseguró no solo un lugar en esta final sino también una plaza en la Copa Libertadores del próximo año. El encuentro prometía tensión y emoción, dadas las altas expectativas de ambos equipos.
Una Primera Mitad Dominante
Aunque Ñublense inició con una oportunidad clara, fue Universidad de Chile quien dictó el ritmo del juego. Los azules, liderados por Fernández y Guerrero, mostraron superioridad en el terreno, gracias también a la habilidad de Aránguiz y Poblete en la creación de juego. El portero de Ñublense, Diego Tapia, tuvo una destacada actuación con varias intervenciones importantes, manteniendo el marcador en cero momentáneamente.
El Momento de la Verdad
La perseverancia de Universidad de Chile rindió frutos cuando Charles Aránguiz encontró el gol al minuto 37. A pesar de las verificaciones del VAR, el gol fue validado, poniendo en ventaja a los azules justo antes del descanso.
Controversia y Reacción
El segundo tiempo estuvo marcado por controversias y alta tensión. Ñublense logró igualar el marcador, pero el gol fue anulado por una falta previa, decisión que generó disputas pero mantuvo a la Universidad de Chile con la ventaja. El equipo local no bajó la guardia, y cerca del final, consiguieron preservar su triunfo a pesar de la expulsión de un jugador de Ñublense por acumulación de amarillas.
Un Futuro Prometedor
Con este triunfo, Universidad de Chile rompe una sequía de ocho años sin títulos y se prepara para enfrentar nuevos desafíos en la próxima temporada, incluyendo un vital encuentro en la Supercopa contra Colo Colo. Este título no solo es un triunfo, sino un renacimiento para el equipo azul.