El lunes 25 de noviembre de 2024, Enap y Lipigas oficializaron su compromiso mediante la firma de un acuerdo relevante para la industria energética chilena. Esta colaboración se enfoca en el desarrollo de combustibles renovables que prometen una reducción significativa en la emisión de carbono.
Este convenio establece las bases para la utilización de residuos orgánicos como materia prima en la producción de nuevos tipos de combustibles, incluyendo variedades eco-amigables de diésel y gas licuado.
Impacto ambiental y económico de la iniciativa
La implementación de esta tecnología no solo tiene beneficiosa efectos para el medio ambiente, al disminuir la huella de carbono, sino que también supone una ventaja económica significativa tanto para las empresas involucradas como para los consumidores finales.
“Este acuerdo es un paso fundamental hacia un Chile más sostenible y menos dependiente de combustibles fósiles convencionales”, explicó un experto en energías renovables.
Experto en energías renovables
Beneficios futuros para la industria y los consumidores
Al utilizar residuos orgánicos, se prevé que estos combustibles no solo sean más limpios, sino también más accesibles en términos de costo. La producción local disminuirá la necesidad de importaciones, estabilizando el mercado interno y potencialmente reduciendo los precios al consumidor.
- Reducción de la dependencia de combustibles fósiles importados.
- Estabilización de precios en el mercado de combustibles.
- Generación de empleo en nuevas áreas de la economía verde.
Con miras a un futuro más sostenible, los esfuerzos de Enap y Lipigas podrían convertirse en un modelo a seguir para otras empresas del sector energético tanto en Chile como en Latinoamérica.