Creación nacida de un antojo
Sarah Hamouda, impulsada por los antojos de un embarazo complicado, comenzó a mezclar sabores en su cocina en Dubái para crear un chocolate único que rememorara las delicias de su infancia. En 2022, arrancó con su producción casera, poniendo énfasis en el pistacho, muy valorado en la región. Su objetivo, declaró a arbitros de la gastronomía, era revivir memorias a través de su paladar.
De emprendimiento local a fenómeno viral
Pese a comenzar como un pequeño negocio con apenas dos empleados, el destino de FIX Dessert Chocolatier cambió radicalmente cuando, en 2023, una influencer gastronómica probó su chocolate en un video que rápidamente acumuló más de 103 millones de visualizaciones. Esto catapultó el negocio, ubicando sus chocolates como un codiciado lujo global.
“Todavía me parece un sueño, a veces me pellizco”, confiesa Hamouda.
Sarah Hamouda, Fundadora de FIX Dessert Chocolatier
Impacto en el mercado y nacimiento de imitadores
El carácter limitado y artesanal del chocolate de Dubái, sumado a la crisis global de cacao, ha elevado su precio, alcanzando hasta 300 euros el kilo. Este excepcional valor de mercado ha incentivado la aparición de imitaciones alrededor del mundo, desde pequeñas confiterías hasta grandes chocolateros como Lindt.
- Empleo de kanafeh para alcanzar la textura deseada en imitaciones.
- Lanzamiento de ediciones exclusivas por reconocidas marcas.
- Creciente mercado negro debido a la alta demanda.
Aunque el producto original solo se vende en Dubái, la demanda y la imitación han creado un ecosistema donde este chocolate no solo se disfruta, sino que también se revende a precios exorbitantes.
La ola «low-cost» alcanza España
La tendencia no tardó en llegar a España, donde comercios y supermercados no han tardado en lanzar sus propias versiones económicas del chocolate de Dubái. TikTok se ha inundado de vídeos probando alternativas económicas, mostrando el intrínseco deseo de los consumidores por participar en la última moda, independientemente de su autenticidad.
“De esta no te salva ni el Ozempic”, bromea Matías al probar la versión de Mercadona.
Matías, TikTok Influencer
A medida que el chocolate de Dubái sigue provocando sensación, la línea entre la exclusividad auténtica y el acceso general se desdibuja, pero una cosa permanece clara: el sabor del lujo es, sin duda, irresistible.