La Asociación Chilena de Líneas Aéreas (Achila) ha expresado su preocupación por la situación del Aeropuerto de Santiago, que está experimentando graves problemas de congestión. Según Achila, los pasajeros se enfrentan a largas filas en el control migratorio, lo que ha generado un caos en el terminal internacional. A pesar de los intentos de implementar máquinas de control migratorio automático, la situación no ha mejorado y las filas se han vuelto cada vez más largas, llegando incluso más allá de la zona de control. La asociación ha solicitado una intervención urgente de las autoridades para resolver esta crisis.
Carolina Simonetti, gerenta general de Achila, ha calificado la situación como inaceptable y ha criticado la tecnología implementada por la Policía de Investigaciones (PDI) a través de los tótems de autoatención, señalando que solo está disponible para ciudadanos chilenos mayores de edad y no ha dado buenos resultados. Simonetti ha solicitado un aumento en el número de funcionarios en los puestos de atención personalizada para poder manejar el aumento de pasajeros durante la temporada alta.
El Aeropuerto de Santiago ha anunciado medidas para abordar esta situación, incluyendo el refuerzo de los controles en el ala nacional y la simplificación del control de la PDI con menos preguntas. Sin embargo, Achila ha instado a que estas soluciones se implementen dentro de las próximas 24 horas, ya que ya ha comenzado el período de mayor afluencia debido a las festividades de fin de año. Los pasajeros han sido llamados a llegar con dos a tres horas de anticipación para vuelos nacionales y tres a cuatro horas para vuelos internacionales.