La cantidad de proyectos se considera «récord» y el mayor monto de inversión en 14 años, que supera los US$72.310 millones.
Impulsados por el hidrógeno verde y la minería, los proyectos en Chile alcanzan cifras históricas
La industria de proyectos en Chile ha experimentado un crecimiento sin precedentes, con 561 proyectos ingresados al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) hasta el 27 de diciembre de 2024, según informó La Segunda utilizando datos del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA). Esta cifra récord se ha traducido en una inversión total que supera los US$72.310 millones.
El año anterior, en 2023, se ingresaron al SEIA proyectos que sumaron una inversión de US$42.888 millones, lo que indica un notable aumento en la inversión en el sector.
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El impulso del hidrógeno verde en la cartera de proyectos
Tres proyectos de hidrógeno verde han tomado gran protagonismo y han sido fundamentales para impulsar la cartera de proyectos del año en curso.
El primero de ellos es el «Proyecto Integral para la Producción y Exportación de Amoniaco Verde HNH», presentado el 31 de julio de 2024, y que tiene una inversión estimada de US$11.000 millones. Este proyecto se desarrollará en la región de Magallanes.
El segundo proyecto destacado es «INNA – Proyecto Integrado de Infraestructura Energética para la Generación de Hidrógeno y Amoníaco Verde», ubicado en la región de Antofagasta y con una inversión de US$10.000 millones.
Por último, el «Proyecto Volta Planta de Hidrógeno y Amoníaco Verde», también en la región de Antofagasta, tiene previsto invertir US$2.500 millones.
Minería: Extensión de vida útil de Minera Los Pelambres
Energía, inmobiliario y minería fueron las tres categorías que registraron la mayor cantidad de proyectos ingresados al SEIA.
Destacando en la categoría minera, se encuentra el proyecto de extensión de vida útil de Minera Los Pelambres. Esta iniciativa busca invertir US$2.000 millones con el objetivo de agregar aproximadamente 1.200 millones de toneladas de reservas adicionales a las 2.100 millones de toneladas existentes y, al mismo tiempo, dejar de utilizar agua continental con fines productivos para el año 2035.
