Nicolás Maduro asume un tercer mandato en Venezuela entre tensiones y acusaciones de fraude electoral.
Maduro se enfrenta a un nuevo mandato en un contexto de desafíos
Nicolás Maduro llegó al poder en Venezuela en 2013, sucediendo a Hugo Chávez. Desde entonces, ha mantenido su posición con el apoyo de las fuerzas armadas y los otros poderes del estado, pese a las críticas internacionales y locales que lo señalan por prácticas autoritarias y represivas contra la oposición.
La reciente juramentación marca el inicio de su tercer mandato consecutivo, que se prolongará hasta 2031. Este evento estuvo precedido por manifestaciones opositoras y la breve detención de la líder opositora María Corina Machado, alimentando el clima de tensión política en el país.
Reformas constitucionales y promesas de recuperación económica
En su nuevo mandato, Maduro ha propuesto una “gran reforma” de la Constitución venezolana. Esta reforma persigue la implementación de nuevas leyes que, según críticos, podrían limitar aún más las libertades civiles en el país.
Paralelamente, ha prometido enfocarse en la recuperación económica de Venezuela. El país ha sufrido una prolongada recesión, con tasas de inflación elevadas y escasez de bienes básicos, afectando gravemente el bienestar de sus ciudadanos.
Relaciones internacionales y tensiones con Estados Unidos
La situación internacional podría complicarse con la reentrancia de Donald Trump a la Casa Blanca. Durante su administración anterior, Trump aplicó un embargo petrolero a Venezuela, y no se descarta que nuevas sanciones sean impuestas en los próximos días.
Estas medidas afectarían aún más la ya frágil economía venezolana y su capacidad para comerciar libremente en el mercado internacional. Además, la crisis ha llevado a más de siete millones de venezolanos a emigrar, buscando refugio y mejores condiciones de vida, según datos de la ONU.
El futuro político y económico de Venezuela continúa incierto, conforme Maduro se dispone a liderar un país profundamente dividido y en crisis.