El fútbol chileno enfrenta una crisis por conflictos entre el Sifup y la ANFP, afectando todas las competiciones.
El origen del conflicto
La crisis comenzó cuando la ANFP decidió convertir la Segunda División Profesional en un torneo Sub-23, decisión que el Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup) calificó de «arbitraria e ilegal». Esta medida, según el sindicato, amenaza la competitividad y los derechos de los futbolistas. La Dirección del Trabajo apoyó este punto de vista, declarando la normativa contraria a la ley.
Demanda del Sifup y respuesta de la ANFP
En respuesta al cambio propuesto por la ANFP, el Sifup presentó un petitorio con varias demandas firmadas por los capitanes de los equipos profesionales. Entre estas, se destacan la duración de los campeonatos por al menos 11 meses, la reducción de cupos para jugadores extranjeros a cinco por equipo, y la anulación de la transformación de la Segunda División en un torneo Sub-23.
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La ANFP rechazó todas las propuestas del Sifup, lo que llevó a una votación unánime entre los equipos para declarar un paro en todas las competiciones.
Declaraciones y acciones durante el paro
Gamadiel García, presidente del Sifup, ha sido vocal sobre la situación, describiendo el trato del sindicato como intransigente y criticando la falta de diálogo por parte de la ANFP. También destacó las malas condiciones en las que operan los equipos de la Segunda División, acentuando que no permitirá la continuación de torneos con condiciones que pongan en riesgo la salud de los jugadores.
La ANFP, por su parte, ha intentado posicionar a la Dirección del Trabajo como mediador, sin éxito, y ha acusado al Sifup de conductas irrespetuosas y descalificaciones. En respuesta, García ha acusado a la ANFP de ser inoperante y cuestionado su gestión financiera, alegando que están utilizando recursos de la Federación para mantenerse a flote.
Repercusiones y futuros pasos
Con la paralización de los torneos, el inicio de la temporada fútbolística 2025 está en suspenso. El presidente del Sifup ha confirmado que los equipos importantes como Universidad de Chile y Colo Colo no participarán en la Supercopa a menos que se llegue a un acuerdo con la ANFP. El sindicato permanece firme en su posición, buscando un diálogo que atienda sus demandas básicas.
La situación actual deja el fútbol chileno en un limbo, con necesidad urgente de resoluciones que puedan reconciliar los intereses de todos los involucrados y garantizar el futuro del deporte en el país.
