La playa Chinchorro de Arica y Parinacota fue escenario de un fenómeno inusual: miles de peces varados en la orilla. Las autoridades sanitarias advirtieron sobre los riesgos para la salud de consumir estos peces.
Peces varados en la playa Chinchorro: un fenómeno sorprendente
El pasado martes 21 de enero, los bañistas que disfrutaban de la playa Chinchorro fueron testigos de un espectáculo poco común. Miles de peces quedaron varados en la orilla, extendiéndose varios metros en el sector. Algunas personas optaron por guardar los peces para consumirlos después, pero las autoridades emitieron una advertencia sanitaria.
- Las autoridades sanitarias de Arica y Parinacota intervinieron debido a los posibles riesgos.
- El consumo de los peces varados podría ocasionar problemas de salud.
La Secretaría Ministerial Regional de Salud de Arica se pronunció al respecto, informando que la ingesta de estos peces podría generar consecuencias negativas para la salud de las personas. La seremi de Salud, Marta Saavedra, explicó: «Hemos estado visitando el sector para evaluar la situación. Aunque es un fenómeno natural, estamos monitoreando la situación». También hizo un llamado a la precaución, advirtiendo que los peces ya iniciaron el proceso de descomposición y consumirlos podría representar un riesgo mayor para la salud.
El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA) también se hizo presente en la playa Chinchorro para tomar muestras y determinar las causas de esta varazón de peces. A través de su cuenta de Twitter, el organismo recomendó a la comunidad no consumir estos recursos debido a los riesgos para la salud.
Explicación del fenómeno
Según el especialista Patricio Muñoz, del Instituto de Fomento Pesquero, la varazón de peces en la playa Chinchorro se debe a un fenómeno natural relacionado con las surgencias costeras. Estas surgen cuando las aguas profundas emergen hacia la superficie, siendo más frías y ricas en nutrientes que las aguas superficiales. Los vientos, las corrientes marinas y la rotación de la Tierra son factores que interactúan para generar estas surgencias, las cuales pueden provocar una disminución del oxígeno en el agua y, consecuentemente, la muerte masiva de peces. Aunque este fenómeno es natural, no ocurre con tanta magnitud con frecuencia.