En los últimos años, los baños de agua helada han ganado popularidad como una práctica de bienestar y salud. Sin embargo, un estudio reciente de la Universidad del Sur de Australia ha concluido que no existen pruebas concluyentes de los supuestos beneficios que se atribuyen a esta tendencia.
Los mitos detrás de los baños de agua helada
La moda de los baños de agua helada ha sido adoptada por influencers y celebridades, pero la ciencia ha querido comprobar su eficacia. Los investigadores de la Universidad de Australia del Sur llevaron a cabo un análisis de 11 estudios globales y encontraron que no hay pruebas sólidas de los milagros que prometen los seguidores de esta práctica.
“Notamos que los participantes que tomaron duchas frías otorgaron puntuaciones de calidad de vida ligeramente más altas. Pero nuevamente, después de tres meses estos efectos habían desaparecido”, explican los investigadores.
Investigadores de la Universidad de Australia del Sur
El estudio reveló que los baños de agua helada no tienen un impacto significativo en la reducción del estrés ni en la mejora de la calidad del sueño. Además, provocan un aumento de la inflamación en el cuerpo, lo que puede tener consecuencias negativas para personas con condiciones médicas preexistentes.
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El verdadero efecto de los baños de agua helada
Aunque los baños de agua helada pueden proporcionar una sensación de bienestar temporal, los resultados del estudio de la Universidad del Sur de Australia sugieren que los supuestos beneficios terapéuticos de esta práctica no están respaldados por la ciencia. En lugar de invertir tiempo y esfuerzo en esta tendencia, es mejor centrarse en hábitos saludables y comprobados científicamente.
