La cárcel de Alto Hospicio, región de Tarapacá, ha sido escenario de una tragedia. Dos reos perdieron la vida por intoxicación mientras que un tercer preso se encuentra hospitalizado, aunque fuera de peligro. Los hechos ocurrieron en el módulo 52 del complejo penitenciario.
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A primera hora del lunes, durante el desencierro de la población penal, el personal de Gendarmería descubrió que un interno había fallecido en su celda y otros dos estaban inconscientes. Los afectados fueron trasladados de inmediato a un centro de salud, pero uno de ellos falleció y el otro se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Regional de Iquique.
Según fuentes locales, se presume que los reclusos ingirieron un licor de fabricación artesanal. Uno de los fallecidos cumplía condena por manejo en estado de ebriedad, mientras que el otro había sido condenado por desacato y violación de un menor de catorce años.
La fiscal jefe de Alto Hospicio, Jocelyn Pacheco, ha informado que ambos reos eran chilenos y habrían muerto después de ingerir una sustancia tóxica durante la madrugada del lunes. Según Gendarmería, los reos habrían ingerido metanol, un tipo de alcohol no apto para el consumo humano. Sin embargo, estos datos aún deben ser confirmados por el Ministerio Público, que ha iniciado una investigación en conjunto con la Brigada de Homicidios de la PDI. Los cuerpos de los fallecidos han sido enviados al Servicio Médico Legal para que se realice la autopsia correspondiente.
Este trágico evento en la cárcel de Alto Hospicio pone de manifiesto la necesidad de reforzar las medidas de seguridad y control dentro de los centros penitenciarios. También pone de relieve la importancia de prevenir el consumo de sustancias tóxicas y el acceso a alcohol ilegal dentro de las cárceles. Las autoridades competentes deberán tomar medidas para evitar la ocurrencia de hechos similares en el futuro y garantizar la seguridad de los internos.
