Asteroides 2024 YR4: riesgo de impacto en la Tierra aumenta al 3,1%

Por Sergio Mendoza Léelo en 3 Minutos

Los científicos elevan al 3,1% la probabilidad de que el asteroide 2024 YR4 impacte contra la Tierra en 2032.

Datos iniciales del asteroide 2024 YR4

El asteroide 2024 YR4 fue descubierto a través de telescopios en Chile a finales del año pasado. Esta roca espacial ha generado una inusual preocupación debido a que las probabilidades de colisión con la Tierra ahora ascienden a un 3,1% para el año 2032.

Mediante la supervisión constante, la NASA ha actualizado su evaluación de riesgo, marcando este evento como el más significativo en más de dos décadas de seguimiento de cuerpos celestes próximos a nuestro planeta.

Zonas de impacto potencial

El ingeniero David Rankin, del proyecto Catalina Sky Survey financiado por la NASA, ha delineado un «corredor de riesgo» prediciendo las posibles áreas de impacto. Estas incluyen regiones desde el norte de Sudamérica hasta Asia, pasando por partes de África.

  • Venezuela, Colombia, Ecuador.
  • India, Pakistán, Bangladesh.
  • Etiopía, Sudán, Nigeria.
  • Ciertas islas de China.

Perspectivas sobre el impacto potencial

Expertos, como Bruce Betts de la Planetary Society, advierten que aunque la probabilidad actual de impacto es pequeña, las consecuencias podrían ser devastadoras. Estiman que el impacto podría ser hasta 500 veces más potente que la bomba de Hiroshima, capaz de destruir completamente una ciudad o generar tsunamis si choca cerca de áreas costeras.

Medidas y planes de contingencia

Aunque la preocupación es notable, Richard Moissl, jefe de la oficina de defensa planetaria de la Agencia Espacial Europea, tranquiliza al público asegurando que actualmente no hay peligro inminente. Sin embargo, de incrementarse el riesgo, se podrían activar medidas como misiones destinadas a alterar la trayectoria del asteroide.

En 2022, la misión DART ejecutada por la NASA demostró la viabilidad de esta técnica al impactar intencionadamente contra un asteroide, aunque en ese caso, la roca no representaba una amenaza real para la Tierra.

Ante estos desafíos, la comunidad científica internacional sigue en alerta, preparada para actualizar las estrategias de defensa planetaria en respuesta a nuevos datos.

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