En la noche anglo del Festival de Viña del Mar, Karen Doggenweiler deslumbró con un elegante vestido negro.
Karen Doggenweiler y su impacto en la ‘noche anglo’
Durante la cuarta jornada del Festival de Viña del Mar, conocida como la «noche anglo», Karen Doggenweiler, presentadora del evento junto a Rafael Araneda, captó todas las miradas. Su elección de vestuario consistió en un elegante diseño negro, con un escote asimétrico y una abertura que revelaba su pierna derecha, en clara alusión al rock de las bandas Incubus y The Cult, protagonistas de la noche.
Los cambios de estilo de Karen a lo largo del festival
Desde el inicio del festival, Karen ha destacado no solo como animadora, sino también por sus acertadas elecciones de moda, cada una adaptada al tema de la noche. Su debut fue con un brillante vestido rosado, diseñado por la chilena Makarena Montaner, una amiga cercana de años.
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Para la segunda noche, caracterizada por su ambiente romántico, Karen eligió un vestido rojo rubí diseñado por Sebastián del Real, otro talento de la moda chilena. Esta elección no pasó desapercibida y fue ampliamente elogiada tanto por el público como por la crítica especializada.
El miércoles, optó por un cambio radical con un vestido proveniente de una boutique de Nueva York, gracias a una colaboración internacional propiciada por la gestión de Victoria González con la boutique Vivaldi. Este vestido, obra del diseñador de origen indo-americano Naeem Khan, fue prestado especialmente para la ocasión.
Influencia y reconocimiento internacional en la moda
El estilo de Karen no solo refleja una comprensión profunda de la moda, sino que también demuestra la habilidad de formar colaboraciones internacionales que realzan aún más su presencia en el escenario. Cada elección de vestuario parece contar su propia historia, añadiendo una capa de profundidad a su rol como animadora.
- Primera noche: Vestido rosado por Makarena Montaner.
- Segunda noche: Vestido rojo por Sebastián del Real.
- Tercera noche: Vestido de Naeem Khan desde Nueva York.
Sin duda, Karen Doggenweiler se ha consolidado como una figura icónica en cada una de las noches del Festival de Viña, aportando no solo carisma y profesionalismo, sino también un impecable sentido de la moda que ha sido crucial en su recepción por el público y la crítica.
