Hombre en China pierde 27,000 dólares por relación con IA

Por Sergio Mendoza Léelo en 2 Minutos

Un hombre en China pierde más de $27,000 al enamorarse de una mujer ficticia creada con inteligencia artificial.

Inicio del engaño: una relación en línea que parecía real

La historia comienza con un hombre en China que, buscando el amor en línea, inicia una relación virtual. Lo que no sabía es que su supuesta pareja era completamente ficticia, una creación de inteligencia artificial. A pesar de la autenticidad que aparentaban las interacciones, imágenes y videos, todo formaba parte de una estafa meticulosamente planeada.

Tecnología detrás del engaño: uso de IA avanzada

Para llevar a cabo el engaño, los estafadores emplearon herramientas avanzadas de inteligencia artificial para crear no solo una identidad convincente mediante fotos y videos realistas, sino también documentos falsos como identificaciones y registros médicos. Este nivel de detalle hizo que la víctima confiara plenamente en la autenticidad de la persona con la que creía estar conversando.

Impacto emocional y financiero

Engañado por la precisión de la tecnología, el hombre acabó transfiriendo más de 27 mil dólares a la entidad detrás de su supuesta enamorada. “Ella parecía real. Sus fotos, sus videos, sus mensajes… Todo tenía sentido”, comentó la desconsolada víctima en su denuncia, subrayando la devastadora combinación de engaño emocional y financiero.

Un fenómeno global: otros casos similares

Este tipo de fraude no es exclusivo de China. Según Kaspersky, un 70% de las personas pueden ser engañadas por imágenes y videos generados por IA. Casos notables incluyen a una mujer francesa que perdió más de 800,000 euros al ser convencida de que mantenía una relación con el actor Brad Pitt, llevándola incluso a divorciarse de su esposo.

Conclusión: un llamado a la precaución

Estos incidentes subrayan la importancia de la precaución en las interacciones en línea. El avance de la tecnología ha facilitado formas más sofisticadas de engaño, donde verificar la autenticidad de las personas con las que interactuamos se ha vuelto esencial.

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