El colegio The Wessex School ha sido condenado a pagar una indemnización de $50 millones a un estudiante y sus padres luego de cambiar al menor de curso sin su consentimiento. El tribunal determinó que el establecimiento incumplió sus propias normas internas y llevó a cabo un procedimiento irregular y antirreglamentario. El cambio de curso expuso al estudiante a escarnio público y violó el reglamento del colegio. La decisión fue tomada por el consejo directivo del colegio sin consultar al alumno ni a sus padres.
El incumplimiento contractual del colegio The Wessex School
El Primer Juzgado de Garantía de Concepción falló a favor de un estudiante y sus padres en una demanda por perjuicios causados por el colegio The Wessex School. La dirección del establecimiento decidió cambiar al menor de curso en el año 2020 sin consultar ni obtener el consentimiento del alumno ni de sus padres, lo que llevó al tribunal a condenar al colegio a pagar una indemnización total de $50 millones.

La decisión del tribunal
El fallo del tribunal estableció que el colegio incumplió con su obligación de respetar sus propias normas internas al llevar a cabo un cambio de curso sin seguir un procedimiento adecuado. El magistrado Denis Oyarce Orrego señaló que el colegio aplicó un procedimiento irregular, arbitrario y antirreglamentario que expuso al estudiante al escarnio público al darse a conocer los hechos en que estuvo involucrado. Además, el tribunal determinó que el reglamento vigente en ese momento no contemplaba la medida adoptada y que el reglamento vigente en la época de aplicación de la medida sí la contempla, pero siempre que cuente con la aprobación del alumno y su apoderado.
La situación del estudiante afectado
Los hechos denunciados ocurrieron cuando el menor cursaba cuarto básico. El establecimiento decidió cambiar al estudiante de curso sin consultar ni obtener el consentimiento del alumno ni de sus padres. Esta decisión expuso al estudiante a escarnio público y violó el reglamento del colegio. Según el fallo del tribunal, el cambio de curso debió contar con la aprobación del alumno y su apoderado, lo que no ocurrió en este caso.