Siguen las polémicas con la Autopista Américo Vespucio Oriente (AVO1). Esto luego que durante la presente semana se volvieran a presentar filtraciones en la infraestructura, un hecho que ya había ocurrido con anterioridad. Un escenario que vuelve a resurgir sobre todo en un año que ha sido más lluvioso y donde las precipitaciones vuelven a poner en jaque a la concesionaria.
Las razones de la falla
De acuerdo a lo que indicó Ariel López, ingeniero en Transporte, en Meganoticias Alerta, las filtraciones que suceden en el lugar responden a las labores de construcción. «Se fue muy temerario en el diseño del túnel. El sistema de impermeabilización de la bóveda… hoy día el túnel se llueve por dentro, eso implica que estuvo mal impermeabilizado», dijo. «Lo peor es que se inunda desde abajo, desde el pavimento brota agua. Eso significa que las bases del pavimento no están impermeabilizadas. Eso es súper grave. Una autopista no debería tener problemas con el agua. Tenemos una serie de autopistas en Santiago que se llueven abiertamente porque son a techo abierto, se llueven y los autos pueden circular libremente (…) porque están bien hechas las pendientes», agregó.
“AVO1 excedió los máximos de sus pendientes. Eso lo que hace es que se reduce la fricción y los autos derrapan y terminan chocando y volcándose en el interior”, añadió.
Experto asegura que autopista no debería usarse
Al ser consultado sobre las acciones que deberían realizarse para asegurar la seguridad de quienes transitan por el lugar, el experto indicó que lo mejor «es no usarla», porque «no es seguro su uso… Las vías están hechas para funcionar con agua, el problema es que como esto está mal hecho, al meter agua es una combinación compleja que genera problemas de seguridad».
“Si uno nota, la velocidad (máxima) está entre 50 y 80 (kilómetros por hora). Gran parte del tramo es a 50 kilómetros por hora, porque las condiciones de seguridad del entorno son muy malas, pero si uno toma una autopista uno asume que es una vía rápida, entonces la gente anda rápido”. Para cerrar, expuso que “si pasa algo a más de 50 kilómetros por hora, la autopista dice ‘no, eso es un exceso de velocidad. No es mi culpa’”.