Filas de venezolanos en embajada de Chile tras suspensión de trámites

Por Sergio Mendoza 1 Vista Comentar
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Este jueves continúan las filas de ciudadanos venezolanos al exterior de la embajada de ese país en Chile, luego de que cientos de trámites fueran suspendidos durante esta semana. La polémica situación se generó después de las elecciones presidenciales del domingo pasado, cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó vencedor a Nicolás Maduro.

El embajador venezolano ordena su salida

Lo anterior provocó la salida rumbo al aeropuerto del embajador venezolano, por orden del propio Nicolás Maduro, una vez que el Presidente Gabriel Boric no reconociera los resultados del proceso.

El dramático relato de una ciudadana venezolana

A varios días de la cancelación de los trámites en el recinto de Providencia, son muchos los venezolanos que se han acoplado en las afueras de la embajada, buscando una respuesta.

«Nadie sale a dar información contundente»

Una de estas personas es María Andreína, una auxiliar de enfermería con cuatro años en nuestro país, quien compartió un dramático relato en el matinal «Mucho Gusto». La mujer pretendía buscar su pasaporte que tramitó hace dos años, pero afirmó que no ha podido completar el procedimiento: «Nadie sale a dar información contundente de que los pasaportes van a ser entregados», comenzó diciendo.

Los difíciles momentos por la enfermedad de su madre

La madre de familia entregó un duro testimonio, explicando que en un instante pensó en irse de Chile, pero decidió quedarse debido a que no sabía si podía volver y porque ya tiene una vida acá junto a sus hijas. En este sentido, contó que hace un tiempo su madre estuvo muy enferma y que hizo lo posible para enviarle medicamentos y dinero para su tratamiento, algo que se volvió cada vez más difícil debido a la distancia. «Es lo peor ver a tu madre morir por un teléfono. Ver cada suspiro de ella quejándose y tú no poder hacer nada. Es algo doloroso y que no se lo deseo a nadie», sostuvo. A raíz de aquello, manifestó que «viví lo peor de mis 35 años. No tenía vida social. Trabajaba 24/7 y lloraba 24/7. Mi vida se me fue al suelo… Una tranquilidad que tengo hoy en día es que le pudimos dar todo a mi vieja». Por último, María Andreína aclaró que no es la única de sus hermanos que está fuera de Venezuela: «Vivimos dos más acá y con cada granito hacemos un bultito. Eso ayuda a tapar cualquier falla», añadió.

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