Donald Trump, aún sin asumir formalmente como presidente de Estados Unidos, ha anunciado medidas drásticas para manejar la inmigración en el país, incluyendo una posible declaración de estado de emergencia nacional y el uso del ejército para una deportación masiva de migrantes a partir de enero.
Planes Inmediatos de Trump
Trump ha sido enfático en sus ideales contra la inmigración, describiendo repetidamente la llegada de migrantes sin visa como una «invasión». Ha utilizado términos controvertidos para describir a los migrantes, acusándolos de «envenenar la sangre» e «infectar» a Estados Unidos con su presencia. Además, ha proferido acusaciones graves como comer mascotas y cometer actos de violencia.
La urgencia de Trump por implementar estas medidas se reflejó cuando confirmó su plan de invocar al ejército para realizar «la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos». Esta operación está programada para iniciar inmediatamente después de su toma de posesión el 20 de enero.
Respuesta de Trump a los Seguidores
Las declaraciones de Trump se alinean con lo expresado por Tom Fitton, director de Judicial Watch, quien anunció que Trump estaba preparándose para declarar el estado de emergencia nacional y utilizar recursos militares para enfrentar lo que describe como una invasión permitida por el actual presidente, Joe Biden. Trump, no tardó en confirmar estos informes con un lacónico «¡Es verdad!», enfatizando su plan de usar todas las herramientas necesarias, incluyendo la guardia nacional y las tropas federales, para realizar deportaciones.
Comparación con Administraciones Anteriores
Aunque la política de deportación no es nueva en EE. UU., donde la administración de Biden ya ha deportado a más de cuatro millones de personas, Trump busca ir mucho más lejos. Ha prometido usar la legislación histórica como la ley de enemigos extranjeros de 1798, y tomar medidas drásticas como sellar completamente la frontera con México y reiniciar la construcción del muro fronterizo. Además, desea imponer un retorno al programa «Quédate en México», y eliminar los refugios ofrecidos por las ciudades santuario.
En un intento por reforzar su política, Trump planea contratar 10.000 nuevos agentes y ha nombrado a Tom Homan, conocido por su postura dura en asuntos migratorios, como el nuevo «zar de la frontera». También ha prometido quitar todos los beneficios federales y de asistencia social a los migrantes ilegales.