En un movimiento hacia la simplicidad y la humildad, el Vaticano ha introducido cambios significativos en el ritual de los funerales papales. Este nuevo proceso, que refleja las preferencias del Papa Francisco por la austeridad, elimina el uso del triple ataúd tradicional, que incluía capas de ciprés, plomo y roble. Ahora se utilizará un único ataúd de madera simple.
Adicionalmente, se ha modificado el lugar de la constatación de la muerte del papa, trasladándola de su habitación a su capilla privada. Otra modificación relevante es la exposición del cuerpo del difunto, que ahora se realizará en la Basílica de San Pedro con el ataúd abierto y sin colocar sobre una plataforma elevada, señalando un gesto de proximidad y humildad hacia los fieles.
Reflexiones Sobre la Reforma Litúrgica
Monseñor Diego Ravelli, maestro de las litúrgicas pontificias, comunicó a los medios que el nuevo rito de exequias refuerza la visión del papa como pastor y discípulo de Cristo, más que como un poderoso líder terrenal. Estos cambios son un claro indicativo del enfoque pastoral que Francisco desea imprimir no sólo en su ministerio, sino también en su despedida.
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Los Deseos Personales del Papa Francisco
El Papa Francisco ha expresado claramente su deseo de no ser enterrado en la Basílica de San Pedro, rompiendo una tradición centenaria. En una entrevista reciente, señaló que prefiere ser enterrado en Santa María la Mayor, una iglesia con la cual siente un fuerte vínculo espiritual, especialmente por un ícono de la Virgen María que allí se venera.
«El lugar ya está preparado», afirmó el Papa, destacando su profunda conexión con la iglesia y su costumbre de orar allí antes y después de sus viajes. A pesar de sus problemas de salud y el uso de una silla de ruedas, su agenda de viajes sigue activa, mostrando su compromiso continuo con su ministerio.
