Con la ausencia del canciller argentino Gerardo Werthein, pero con la presencia de Alberto van Klaveren, canciller chileno, se llevó a cabo en el Vaticano un acto dirigido por el Papa Francisco para marcar el 40 aniversario del Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Argentina. Este tratado histórico puso fin al conflicto del Canal Beagle y evitó una guerra gracias a la mediación de la Santa Sede.
La mediación del Papa Juan Pablo II y el cardenal Samoré
Tras el dictamen de 1977 por la corona británica que favorecía a Chile en la soberanía sobre las islas al sur del Canal Beagle, Argentina preparó un plan de invasión, denominado «operación soberanía». Sin embargo, la intervención del recién asumido Papa Juan Pablo II y la designación del cardenal Antonio Samoré como mediador fueron cruciales para evitar el conflicto armado.
«Este tratado no solo evitó la guerra, sino que también ayudó a cimentar una relación de colaboración mutua entre ambos países», afirmó un diplomático involucrado en las negociaciones.
Diplomático chileno anónimo
Repercusiones de la ausencia argentina en la conmemoración
A pesar de la relevancia del evento, la cancillería argentina no logró coordinar una agenda común para celebrar este notable aniversario, repitiendo un patrón similar a nivel presidencial. La ausencia del canciller argentino Werthein se justificó por complicaciones en las relaciones bilaterales y otros compromisos internacionales.
El canciller Werthein explicó en declaraciones a medios argentinos que «circunstancias durante el G20» aconsejaron su ausencia, pero aseguró que la representación argentina estaría a cargo de sus embajadores en Roma y ante la Santa Sede. Sumado a esto, confirmó su intención de reunirse pronto con el Papa Francisco.
Desencuentros recientes y sus efectos en la relación bilateral
La tensión reciente entre los presidentes de Argentina, Javier Milei, y Chile, Gabriel Boric, durante el G20, donde se discutió abiertamente sobre políticas económicas, también ha repercutido en las relaciones. No obstante, Werthein enfatizó que los lazos entre ambos países siguen siendo sólidos y fraternales, descartando cualquier conflicto mayor.
- Falta de acuerdo en agendas presidenciales.
- Críticas de funcionarios sobre la gestión de la conmemoración.
La importancia de este tratado en la diplomacia y la paz regional sigue siendo un pilar para ambas naciones, que recalcan su valor histórico y actual en sus relaciones bilaterales.