A pesar de que ya estamos en invierno, este mes de julio aún no ha registrado lluvias en la región Metropolitana, específicamente en Santiago, es más, el frío y las heladas han prevalecido, especialmente en las noches y madrugadas.
¿Qué pasó?
¿Hasta cuándo podría durar el fenómeno La Niña?
Según el Edgardo Sepúlveda, Climatólogo de la Universidad de Santiago (Usach), un “junio lluvioso, pasando a un julio frío con pocas precipitaciones, es calcado lo que es del Niño a la Niña. Una antelación de lo que se viene y se mantenga el próximo año“. Es más, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), ha señalado que La Niña tiene un 70% de probabilidades de desarrollarse entre agosto y octubre, fecha hasta la que podría extenderse el fenómeno.
Es decir, tendríamos un verano menos caluroso que el anterior y con alta oscilación térmica, lo que traería noches más agradables.
“Son temperaturas nocturnas más frías, mañanas más frías con mayor riesgo de heladas, una mayor oscilación, podrían darse ondas de calor, lo estamos teniendo independiente de que sea Niña o Niño, responde más a este fenómeno del cambio climático”, explica Paula Santibáñez, jefa del Observatorio Climático de la Universidad San Sebastián (USS).
Las consecuencias del fenómeno La Niña
Pero este fenómeno La Niña también traería consigo sus consecuencias, las cuales impactarían directamente a la agricultura del país, pero también permitiría la propagación de incendios forestales.
“Para el sector agrícola representa una amenaza porque hay mayor probabilidad de heladas tardías en primavera, que es justo cuando los frutales están en la época de floración”, explica la académica de la USS.
En cuanto a los impactos negativos en incendios forestales, el climatólogo de la Usach aclara que, “tenemos menos precipitación, la vegetación se seca más rápido, vamos a tener menos temperatura, pero al tener vegetación más seca es combustible suficiente como para tener mayor probabilidad de incendios forestales“.